La imagen más conocida de San Sebastián, pero no por ello menos sorprendente, es su bahía en forma de concha casi perfecta, considerada una de las más bellas del mundo. Centro cultural y turístico del País Vasco, esta población de 180.000 habitantes seduce con sus encantos a quien se acerca a visitarla, y cuenta con atractivos para todos los gustos.
Le animamos a sentir y descubrir San Sebastián, a participar en sus costumbres y disfrutar de sus encantos, admirando una ciudad que sabe vivir el deporte como pocas.
El esplendor de Donostia-San Sebastián durante la 'Belle Epoque', cuando era lugar de veraneo de la aristocracia europea, ha dejado hermosas construcciones, como el Gran Casino (actual Ayuntamiento), el Palacio de Miramar, residencia veraniega de la Corte, o los puentes sobre el río Urumea. Anteriores son las casas de la Parte Vieja, repleta de bares y restaurantes.
En la Parte Vieja es palpable la pasión local por la gastronomía. Desde la cocina en miniatura de los 'pintxos' hasta los restaurantes de los maestros de la cocina de autor, el buen comer es uno de los mandamientos donostiarras. Otro elemento distintivo es su intensa vida cultural, que abarca desde pequeñas actuaciones en los barrios hasta grandes manifestaciones, como el Jazzaldia, la Quincena Musical y el Festival Internacional de Cine.
Donostia-San Sebastián es un foco cultural, turístico, de servicios y congresos, muchos de los cuales se desarrollan en el palacio del Kursaal. Sus dos cubos acristalados aportan una imagen de vanguardia a un entorno clásico pero que también ofrece formas contemporáneas en las esculturas de Eduardo Chillida (el Peine del Viento) y Jorge Oteiza.